Archidona es una ciudad en permanente contacto con la naturaleza, desde los inmensos paisajes de los cultivos de cereal y olivar, hasta la grandiosidad de los espacios naturales que la rodean. Esta cualidad, permite al viajero poder sumergirse con facilidad en el mundo natural para apreciar su riqueza botánica y faunística, a la vez que practicar actividades de turismo activo.
La actividad del senderismo es una opción asequible a todas las personas para disfrutar al aire libre del encuentro con la naturaleza y el medio rural. Una oportunidad para apreciar los cambios cromáticos y de olores de las diferentes estaciones del año del paisaje que nos rodea.
Desde el caminar tranquilo y sosegado por los caminos rurales hasta la práctica de marchas senderistas por las diferentes rutas que cruzan Archidona y la comarca. Un ejemplo es el sendero de la Hoz del Arroyo Marín o itinerarios de gran recorrido como el GR7-E4 o la Gran Senda de Málaga.
Para los amantes del deporte y el turismo activo, en Archidona y su comarca encontrará una oferta interesante y variada, como es desde la práctica de la escalada, los paseos a caballo, el piragüismo y Rafting y hasta la oportunidad de experimentar el vuelo libre.
Para los aficionados a la escalada, la ciudad cuenta con dos sectores en el Cerro de las Grajas, que se complementa con la Vía Ferrata del Cerro de la Virgen de Gracia.
Los amantes del piragüismo lo pueden llevar a cabo en las aguas del rio Genil al paso por las localidades de Cuevas de San Marcos y Cuevas Bajas, y para los mas aventureros la posibilidad de disfrutar de las emociones del rafting en un tramo de aguas bravas del mismo rio Genil.
Pero si se quiere disfrutar de una visión diferente del paisaje y el entorno, tenemos la oportunidad de practicar el vuelo libre para contemplar el entorno natural a vista de pájaro en las localidades de Villanueva del Trabuco o Cuevas de San Marcos.
En ocasiones, la misma naturaleza nos sorprende moldeando el territorio creando parajes y paisajes únicos. Es el caso de los humedales, como la reserva natural de las lagunas de Archidona donde deleitarse con la flora y la fauna ornitológica; o a escasos 30 minutos las lagunas de Fuentepiedra donde miles de flamencos tienen su lugar de cría.
A menos de una hora podemos disfrutar de dos parajes singulares. El parque del Torcal de Antequera, donde la acción del agua y el viento sobre la piedra caliza ha creado un paisaje de formas y figuras caprichosas únicas. O el Caminito del Rey, un recorrido por las paredes verticales del desfiladero de los Gaitanes consecuencia de la actuación del rio Guadalhorce que ha ido profundizando este desfiladero, el camino se encuentra adosado a las paredes verticales del desfiladero con una longitud de 3 km con apenas una anchura de un metro y a una altura de 100 metros sobre el rio.